El pasado martes tuvo lugar una nueva edición de «charlas, grandes ideas», en esta ocasión con María Cardona. Repasó libros que hablan de brujería y la caza de brujas, explicando cómo y por qué la caza de brujas empezó (y sigue). Rodeados de libros como Éxtasis: Deciphering the Witches’ Sabbath de Carlo Ginzburg, Brujas: La locura de Europa en la Edad Moderna de Adela Muñoz Páez, y Caliban i la bruixa de Silvia Federici, nos embarcamos en un análisis profundo sobre cómo y por qué Comenzó la persecución de mujeres (y algunos hombres) acusados de brujería.
La caza de brujas, que se extendió entre los siglos XV y XVIII, fue una manifestación brutal de los miedos sociales, las tensiones religiosas y la opresión hacia las mujeres. En su mayoría, las víctimas de estos procesos judiciales eran mujeres que vivían al margen de las convenciones sociales, ya fuera por sus conocimientos en medicina natural, por ser viudas o solteras, o simplemente por desafiar las estructuras de poder patriarcales de la época. Estas mujeres fueron perseguidas y asesinadas bajo acusación absurda y sin pruebas reales.
En la charla se resaltó cómo este fenómeno no era exclusivamente religioso o místico. Al contrario, tuvo raíces económicas y sociales profundas. Libros como Caliban i la bruixa de Silvia Federici nos ayudan a entender cómo la acumulación primitiva de capital y la consolidación del patriarcado fueron dos fuerzas clave que impulsaron estas persecuciones. Las brujas no solo eran vistas como seres sobrenaturales; su conocimiento y autonomía eran una amenaza directa a las estructuras de poder en una Europa que se estaba transformando rápidamente hacia el capitalismo.
En esa misma línea, se discutió cómo los juicios de brujas también servían para controlar el cuerpo femenino y su rol en la sociedad. Las mujeres fueron transformadas en chivos expiatorios, y la caza de brujas se convirtió en un instrumento para reforzar una moralidad que beneficiaba al poder político y económico dominante.
Pero, ¿ha terminado realmente esta persecución? Algunos de los textos sugeridos, como WITCH y Patriarcado y acumulación a escala mundial , abren la puerta a una reflexión contemporánea. Aunque ya no quemamos mujeres en la hoguera, muchas de las ideas subyacentes sobre el control de las mujeres, sus cuerpos y su poder continúan resonando en las estructuras sociales actuales. La «caza de brujas» sigue, pero en formas más sutiles, a través del control reproductivo, la violencia de género y la exclusión económica.
Fue una charla que nos dejó reflexionando sobre la historia y su eco en el presente, un recordatorio de que el pasado tiene profundas implicaciones en el ahora, y que aprender de él es esencial para construir un futuro más justo.