Poder inquilino: una llamada a la acción desde Ses Figueretes

El pasado jueves 11 de abril, el local de la Asociación de Vecinos de Ses Figueretes acogió una nueva cita de las Jornadas Desobedientes organizadas por la asociación cultural Mal del Cap. Bajo el lema de este año, centrado en la problemática del acceso a la vivienda, tuvo lugar la presentación del libro «Poder inquilino», editado por Traficantes de Sueños y escrito colectivamente por el Sindicato de Inquilinas de Barcelona.

La jornada reunió a vecinas, activistas y personas interesadas en conocer más sobre la actual crisis habitacional y las posibles estrategias colectivas para enfrentarla. El acto comenzó a las 19:00 h con una introducción por parte de miembros de Mal del Cap, quienes contextualizaron la actividad dentro de su proyecto anual de reflexión crítica y cultural en la isla.

A continuación, se presentó el libro «Poder inquilino», un texto que recoge la experiencia del Sindicato de Inquilinas de Barcelona y que propone una mirada crítica, pero también esperanzadora, sobre la organización vecinal y la lucha por el derecho a una vivienda digna. Uno de los momentos más destacados de la tarde fue la mesa redonda en la que participaron un representante del sindicato barcelonés y un miembro del Sindicat de Llogateres d’Eivissa i Formentera. Durante el diálogo, se compartieron realidades locales, desafíos comunes y formas de resistencia ante el encarecimiento del alquiler y la gentrificación.

La conversación giró en torno a conceptos como el poder colectivo, la desobediencia civil, la autodefensa vecinal y la importancia de generar redes de apoyo mutuo entre inquilinas. Quedó patente que el problema de la vivienda no es una cuestión aislada, sino una consecuencia directa de un modelo económico que privilegia el beneficio por encima del bienestar de las personas.

El ambiente fue participativo y cálido, con intervenciones del público que enriquecieron el debate y dejaron clara la preocupación generalizada por un tema que atraviesa a buena parte de la ciudadanía. Desde Mal del Cap se insistió en que este tipo de encuentros no son solo espacios de denuncia, sino también de construcción colectiva.

Una velada inspiradora, necesaria y, sobre todo, movilizadora.

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