Esta técnica ha sido utilizada por generaciones para crear piezas únicas, desde decoraciones para el hogar hasta prendas de vestir. En colaboración con Francisco Cordero de Patrones 2000 desde el pasado mes de febrero , una vez cada quince dias de 18 h a 20h, la biblioteca se llena de encajeras que mantienen vivo el arte del encaje de bolillos.
El encaje de bolillos es originario de la Europa mediterránea y se remonta al siglo XV. La técnica se extendió rápidamente por todo el mundo y ha evolucionado a lo largo de los años, dando lugar a diferentes estilos y diseños regionales. En su forma más básica, el encaje de bolillos se hace tejiendo un hilo a través de un patrón de pasadores, creando un diseño que tiene una gran variedad de formas y texturas.
El encaje de bolillos se realiza con una herramienta llamada «bolillo», que es una pequeña vara de madera, marfil o hueso con una bola en un extremo y una punta cónica en el otro.
El hilo se enrolla alrededor de los bolillos y se entrelaza para crear patrones y diseños intrincados.
Uno de los mayores desafíos de hacer encaje de bolillos a mano es tener la paciencia necesaria y la habilidad para crear el patrón Las puntadas pueden resultar extremadamente pequeñas y delicadas, lo que requiere de mucha precisión y habilidad manual. Por esta razón, el encaje de bolillos está altamente valorado en el mundo de la artesanía y se considera un verdadero arte.
El encaje de bolillos se puede utilizar para una amplia gama de proyectos. Desde los ornamentos de mesa, los bordes de servilletas y los adornos de vestidos hasta las cortinas, las camareras y las colchas, son solo algunos ejemplos en los que se puede utilizar el encaje de bolillos.
Cualquier persona con experiencia y habilidad en la técnica puede producir productos impresionantes y hermosos que serían la envidia del mundo.
Inicialmente, el encaje de bolillos se hizo a partir de una sola pieza de hilo que se envolvía alrededor de los pasadores y se entrelazaba para crear el patrón deseado. Con el tiempo, la técnica se desarrolló para incluir múltiples pasadores y patrones más complejos.
En el siglo XVIII, las fábricas de encajes comenzaron a producir encajes de máquina, pero los encajes de bolillos hechos a mano seguían siendo muy populares.
En el siglo XIX, el encaje de bolillos se convirtió en una forma de arte verdadera y la naturaleza delicada y precisa de la técnica hizo que se convirtiera en una competencia de habilidades en todo el mundo. Las mujeres pasaban horas, a menudo en grupos, tejiendo encaje, y la técnica se enseñaba a las niñas desde una edad temprana.
El encaje de bolillos siguió siendo popular hasta finales del siglo XIX, cuando la moda cambió y los patrones más sencillos de encaje de alambre ganaron popularidad. A pesar de esto, la técnica sobrevivió y hoy en día se usa como una pasatiempo para muchos amantes de la artesanía.